La verdad sobre cómo ser más feliz

Índice

  • La regla nº1 sobre el comportamiento humano

  • ¿Por qué vivo preocupado y ansioso?

  • La gran mentira que bloquea al 95% de la gente

  • Solución: es más fácil de lo que parece



Eres de esas personas que quieres sentirse mejor, ¿cierto?

Ansías progresar, sentirte con más energía, incluso con un cierto aura de paz y seguridad y sin embargo, hay algo que te frena. Y lo que más te jode no es que te frene.

Lo que más te fastidia es que no sabes qué es eso que te impide sentirte mejor y radiante.


Si eres de esas personas, sigue leyendo porque esto te va a aliviar y te va a dar una guía de ruta para sentirte más feliz en los próximos meses.


La regla nº1 sobre el comportamiento humano

Antes de explicarte la causa principal de tu ansiedad y preocupación, déjame explicarte el principio más importante de tu propio comportamiento:

Cuanto más repetimos una conducta, más fácil es que se repita otra vez.


Cuanto más fumas, más fácil es que te entren ganas.

Cuanto más comes un alimento, más sueles comerlo/comprarlo.


Porque el comportamiento humano es como un camino. Cuanto más se hace una conducta, más fácil es que se repita. Ese camino se convierte en una autopista libre.


Sin embargo, cuanto menos se hace una conducta, más difícil es que se repita. Se convierte en un terreno de fango. Y, de hecho, cuanto más motivos o experiencias tengamos en contra de esa conducta, es como si echáramos cada vez más fango a ese camino.


¿Por qué vivo preocupado y ansioso?

Porque has sido educado para ello. Nuestra primera reacción a cualquier cosa que nos ocurre, e incluso a cualquier pensamiento que tenemos, suele ser de miedo, angustia y malestar.

Básicamente, tenemos una autopista muy libre hacia la preocupación, la ansiedad, el estrés y la inseguridad.


Y sin embargo, tenemos un terreno muy fangoso hacia las emociones más empoderantes, como son la alegría, el orgullo, el afecto, el entusiasmo o la seguridad en uno mismo.


Es por eso, que a la mínima que nos ocurre algo, nuestro cerebro tiene muy asociado un patrón negativo. A cada situación que ocurre, nos viene una reacción de ansiedad, de miedo, de preocupación. Y eso nos mete en un estado de alerta, del que ya no podemos escapar….


Por eso tú, que quieres ser más feliz y sentirte más libre e incluso empoderado, no puedes. Porque tienes muy arraigados en ti esas vías rápidas hacia el malestar.



Entonces, ya está? Estamos encadenados a vivir así porque fuimos educados así…?

Existen buenas noticias, no tiene porqué ser así.

Así que ponte el cinturón: ahora empieza el verdadero viaje.


Pero antes, déjame resolver una mentira que te está bloqueando el camino hacia la plenitud personal.

La gran mentira que te está bloqueando


“Yo soy así”. No. Tú no eres así. Tú has sido educado así. Tus reacciones son un cúmulo de tu educación y tu experiencia pasada. Simplemente es un patrón que has aprendido. Ya sea que lo aprendiste de tus padres, de tus profesores, o de una situación en la que estabas acojonado.


Esto nos da una gran noticia: para ser más felices, no debes cambiarte a ti(algo muy difícil), solo debes cambiar tus patrones de conducta(algo mucho más sencillo).

Así que ahora sí, vayamos directo a la solución para sentirnos más felices en los próximos meses.

Solución: es más fácil de lo que parece

Para mejorar, debes tomar dos decisiones:


  • Primero: Cortar patrones negativos.

Cuando nos ocurra algo, el primer punto será observar. Debes observar la reacción natural que te ocurre. Puede ser enfado, preocupación, tristeza o malestar.

Simplemente, toma consciencia de ella. Mírala, en tercera persona, y no te identifiques con ella.

Enhorabuena, estás tomando distancia de ese patrón negativo. Estás poniendo fango de por medio.

Como decíamos antes, el cerebro tiende a observar lo negativo. Y por ello, debemos obligarnos a dar unas nuevas mejores respuestas. Una que nos den más espacio. Que nos hagan sentir mejor. Un diálogo interno un poco más positivo, emociones que nos den más poder.


Pero cortar lo malo no genera lo bueno. Y por eso, entra en juego el segundo entrenamiento:


  • Segundo: Practicar a diario las emociones que queremos sentir

Debes tener prácticas diarias que nos acerquen. Deben estar puestas en el calendario. Tan sencillo como anotar tres cosas por las que estás agradecido hoy. Tres cosas por las que te sientes orgulloso. Quedar más a menudo con gente que te anime a ser mejor, que te valoren. O si necesitas poder y decisión, una práctica diaría sobre tomar decisiones. Sentarte y decir: hoy voy a decidir sobre esto, no lo voy a posponer.


Porque la plenitud se entrena y la felicidad es un hábito.