Mi experiencia de Erasmus en Turín
Es el erasmus tan bueno como dicen? Da tanta pena después? Casi un año después de volver a españa, cuento mi experiencia
Yo llego a Turín sin piso. La verdad que tampoco busqué mucho durante verano y pensé que ya allí lo solucionaría. Error.
Allí la cosa estaba igual de jodida. Había muchísima peña en la misma situación que yo, todas ansiosas por conseguir un sitio donde poder dejar las maletas porfin.
Tras estar en un hostel, en varios airbnb y en pisos de un par de amigos(que conocía de 2 semanas), decidí contratar a ToHouse, una chica que le pagabas 250€ y ella te encontraba el piso por ti. La verdad que me vino de locos, porque idealista no está hecho para mi. Cómo me aburre buscar.
Tras ver varios pisos, y sin mucha más alternativa, me quedo en una buhardilla. Es pequeña, la primera semana no tenía ni luz ni agua caliente y lo peor, vivo solo. Algo que nunca había echado tanto en falta era el poder charlar un poco cuando llegas de noche a la casa. En fin. Ahí me voy a quedar hasta navidad.
Mientras tanto, la vida era una pasada. Ese primer mes allí, conociendo muchísima gente, saliendo casi todos los días y haciendo un grupo de amigos súper chulo, se convierte en un mes increíble. Se le suma que seguimos en camiseta corta hasta octubre…. en fin, una pasada.
Octubre y noviembre fueron meses de asentamiento. Tanto de la ciudad como del grupo de colegas. Empezamos a viajar, a sitios cercanos como Milan, Génova y Bolonia, pero también lejos, como Mónaco o Cracovia. Se empieza a ver que en esta ciudad realmente sí hace frío y hay una cosa que se queda en común: salir. Todas las semanas seguimos saliendo a Milk y 84, empiezas a conocer gente de otros círculos y ya te empiezas a sentir cómodo cada vez más en esta ciudad. Qué bonita que es.
Empezamos a comer todos los días en la Mensa(lo siento chicos, pero la mejor es la de San Salvario) y a vernos todos los días los colegas. Se empieza a hacer una piña que ya nada va a separar hasta julio.
Por cierto, no creo que fuéramos los únicos que comiéramos fatal, no? Pasta con Pesto, Cordon Bleu y Pizza Speedy era la dieta de esos entonces.
Diciembre, con un frío que te cagas, se convierte en un mes cuchara(que ni pincha ni corta). Se empieza a estudiar(estudiar? qué era eso?). A pesar del frío, seguimos adictos a los helados de La Romana. Joder, qué buenos están. Nos sentábamos en medio de la piazza San Carlo nosotros solos mientras nos comíamos el helado, pasábamos frío y nos reíamos. Vaya planazo!
Toca volver a casa por navidad y es un momento chulo. Descansar un poco del erasmus; volver a ver a los tuyos después de 3 meses. Comer bien y en abundancia. Como sabía ese jamón después de 3 meses de miseria. Me sentía Elcano después de dar la vuelta al mundo
Coges algo de abrigo, estudias un poco, pillas jamón al vacío y… de vuelta a turín. En ese momento, todavía quedaban 6 meses de erasmus. Puf, muchísimo. Pero que rápido pasaron.
Por cierto, a la vuelta de Navidad vuelvo con la Sudadera de Torino puesta, empieza el Proyecto Sudaderas. Si quieres saber más, mira aquí
Enero fue un mes de mucha biblio. De irse a esquiar a Bardonecchia(experiencia que no vuelvo a vivir), de mucha mantita y chilleo en casa. Algunos aprovecharon para viajar, pero yo tenía que sacarme sí o sí los exámenes. Y se hizo
Pequeño inciso: ¿Cómo fue mi sistema de estudios?
Para mi fue en mi último año de carrera de Marketing en la US. Eso me dificultó un poco la tarea de sacarme la carrera en 4 años, puesto que las prácticas no se podían hacer fuera de España, y el TFG tuve suerte de poder hacerlo por videollamada con mi profesor de Sevilla.
Cambié el Acuerdo de Estudios muuuchas veces. Ahora que ya tengo la carrera, puedo chivatear esto: En el primer cuatri cogí una asignatura, Diritto Tributario, pensando que no sería mu complicada. Error. 650 páginas en puro Italiano de derecho tributario e infinitas leyes. Al ver que era imposible, decido cambiar el Acuerdo de Estudios. Problema. Por? “Fecha máxima para cambiar el Acuerdo de estudios: 15 de Noviembre.” “Bueno a ver que día es hoy; 21 de Febrero. Mierda”. Tras rogar a toda la Universidad y charlas con el Décano, consigo cambiar la matrícula y con ello, el Acuerdo de Estudios. Ciao Ciao Diritto.
Por lo que me quedan 4 asignaturas el primer cuatri(una de ellas era literalmente Inglés; regalazo). Y en el segundo 5 asignaturas y TFG. Todas las asignaturas son en Italiano menos “Sociology”. Strategie D’Impresa, Marketing Strategico e Internazionale, son algunas de ellas.
No es tarea fácil lo del idioma… pero se consigue. Si quieres saber más, mira aquí sobre cómo hablar el idioma Italiano sin dolores de cabeza.
Febrero es un mes muymuy chulo. Terminamos examenes, empezamos a salir otra vez, empieza a hacer menos fresquito y viene gente nueva del Segundo Cuatri.
Nosotros nos vamos a la cuna de la democracia, Atenas, como recompensa y después de muchos gyros y muchas columnas, se viene algo muy duro. Despedidas.
Por un lado, despedida de 84; nuestro templo los Viernes decide cerrar a partir de febrero y con él se van una gran parte del ocio de Turín. Ah, que pena..
Y por otro, amigos que solo están el primer cuatri. Es una despedida más dura de lo que creíamos. Ha surgido algo entre nosotros que no nos habíamos dado ni cuenta. Había surgido conexión. Amor. Pertenencia. Confianza. En 5 meses es difícil de creer visto desde fuera, pero quien lo ha vivido, sabe a qué me refiero. Fue duro despedirnos de ellos, pero aún así, seguíamos de Erasmus, había que seguir que la rueda no paraba.
Marzo es un mes un poco NPC. Seguimos saliendo, seguimos viajando, seguimos disfrutando. Me ponen una multa en el tranvía; iba empanado y me la comí. Aún así, creo que las +700 viajes que cogí bus, tranvía y metro amortizaron esos 35 euros.
Hay gente se va a Roma, nosotros nos vamos a Toscana. Firenze, Pisa, Lucca y Siena. Qué bonito por dios!!!
Cada vez hace más calorcito; nuestro grupo empieza a hacer más piña cada vez. Seguimos yendo a Milk; empezamos a hacer picnics en el Valentino. Qué romántico. Yo decido empezar a correr. Ese camino a la ribera del Río la verdad que me resulta mágico. Al principio no hago más de 2 km, al final acabo subiendo al Capuccini en cada salida. Esas vistas… inspiran a cualquiera. Cada vez que salimos la liamos más; en las discotecas te dejan hacer lo que queríamos, somos amigos de todos y ya nada nos da vergüenza
En Marzo, además, empiezo a hacer el TFG. Quería quitarmelo rápido... cosa que no sucede jajajaj lo acabo haciendo en junio a toda prisa, pero se saca. Un 9!
Lo de estudiar…bueno, todavía no toca. Intento ir a clase pero me dura dos días la motivación. Buongiorno, a dopo.
La primera semana de Abril es semana santa. Casi todo el mundo se vuelve a España. Yo no. Yo me volveré un par de semanas después: para la Feria de Sevilla.
Esos días son tranquilos pero muy agradables, sobretodo porque después nos vamos a Nápoles y Costa Amalfitana. 1 semana de puro caos, diversión y vistas que solo pensé que existían en las películas. Se convierte en un viaje increíble.
Después de eso, yo me vuelvo para la Feria y estar un par de días en casa.
Me ocurre algo curioso: con lo que me gusta la Feria, no la estoy disfrutando. Me levanto cada día, me ducho, me pongo el traje…pero solo estoy pensando en Turín. En qué estarán haciendo. Estoy en la Feria mirando el móvil, con los vídeos que pasan haciendo el loco por la ciudad. Agh; quiero estar allí.
Por cierto, estos meses son de Graduaciones. Yo me gradúo el 12 de mayo, con todos mis colegas de la carrera con los que tanto he vivido pero que ese año me había olvidado de ellos. Esa burbuja llamada Erasmus te hace no recordar aquellas personas que tenías en tu vida. Y a las que tanto quieres.
La graduación es un momento precioso y la mejor fiesta de la carrera. Qué bonito momento. Como no puedo perder más tiempo en España, ese día de la graduación, me cojo un vuelo a las 7 de la mañana, yendome en traje directo al aeropuerto. Qué locura. Qué vivo.
A la vuelta a Turín hay una frase que no para de resonarme por la cabeza: te queda 1 mes.
A partir de marzo creo que todos tenemos ese pensamiento. Tic tac.
Hacemos algún viaje en Mayo, como Cinque Terre, pero hay que darle mucha caña a los estudios y al TFG. Mucha mensa+biblio, planes de día y ya no salimos tanto. Eso sí, despedimos Milk a lo grande. Qué fiestón.
Empieza a hacer calor. Mucho calor. Cómo puede ser que esté sudando tanto? Síp; así es turín.
Y ya llega Junio. Más de lo mismo. Aún así, conseguimos terminar (y aprobar jej) los exámenes rápido y podemos seguir disfrutando de salir y comer heladicos. Además, hacemos un último viaje por Croacia, con muchas historias que no se pueden contar. Aunque imagino que así son todos los viajes, ¿no? Con historias de locura, de relaciones, de emociones y de salir de lo que creías cómodo. O para eso están.
Después de eso, ya se acabó. Empieza a irse la gente. Hay mucha lágrima, muchas banderas, muchas cosas que no se pensaban soltar, pero que uno las suelta porque es ahora o nunca. Y sin saberlo, ese año se convierte en un año increíble. En el que creces muchísimo, en el que hacemos amigos para toda la vida, relaciones amorosas que jamás imaginarías, y ves ciudades y países que no te pensabas ver. En definitiva, una historia inolvidable.
Cómo es unos meses después?
Ahora mismo escribo esto en Febrero de 2024. Han pasado 7 meses desde aquellos días de llorera y despedidas. Algunas conclusiones:
Cuanto más tiempo pasa, más lo valoras. Realmente es un año de locos, y decir que has viajado más de 10 veces en 10 meses es algo inimaginable. Yo no lo valoré demasiado, y ahora me arrepiento un poco.
A pesar de ser una experiencia increíble, la vida sigue. Existen muchas cosas en tu vida que son muy bonitas. Y si te esfuerzas un poco, puedes seguir haciendo cosas increíbles y divertidas.
El erasmus es una experiencia transformadora real. Ves que la gente que ha estudiado fuera es más abierta, más relajada.Cuanto más avanzas más te das cuenta de quién ha pasado por uno y quien no. Abre a la gente.
Pasar del erasmus a la vida laboral, es mentalmente muy duro. Sobre todo, si no lo consigues.
Las relaciones del erasmus siguen después de él si hacéis por ello.
Tienes algún arrepentimiento?
Cada uno tendrá los suyos, pero por mi tipo de personalidad:
Salir demasiado. A veces lo que necesitaba era estar solo un rato, decir que no a los planes y volver a sentirme bien conmigo mismo. Pero era tan jugoso, que la dopamina fácil siempre gana. Y a veces me sentía sin ganas y salir se convertía más en algo negativo para mi que algo positivo.
No haber confiado más en la gente de primeras. Los amigos que hice en el erasmus son gente top. Pero no me lo permití aceptar hasta Junio. Siempre estaba dudando, siempre estaba pensando si me rentaba o no. Soy demasiado desconfiado y eso me hizo no estar presente y realmente disfrutando algunos momentos.
Haberme rayado menos y haber disfrutado más. Será porque yo soy muy obsesivo, pero los objetivos me destrozan. El hecho de que todo el mundo que había hecho erasmus hubiese viajado tanto, o se ligara mucho en erasmus, me hacía solo perseguir los resultados sin disfrutar el momento.
Nos ibamos de viaje y era como: “bueno sí, es lo que tenemos que hacer. Estamos de erasmus”. Normalicé demasiado cosas que no debería. Y ligando igual.
Y eso te hace por un lado estar con lo que yo llamo cara de sapo. No disfrutas mucho, estás neutro, lógico, sin más.
Y por otro, menospreciar. Cuando no aprecias lo que tienes, tiendes a rechazarlo.
Por eso odio tanto a la gente que no valora lo que tiene. Y yo me convertí en eso, un caprichoso que no me metía full en el presente; quizás por avaricioso, o quizás por miedo de ser vulnerable y que me hicieran daño. En definitiva, perdí parte de la experiencia.
No haber sido más yo. No haberme abierto más. Por ejemplo, con el Proyecto Sudaderas. Si hubiese sido yo en todo mi ser, las vendería más seriamente. Hubiese cogido a amigos míos y les hubiese grabado con las sudaderas dando vueltas por la ciudad para tener contenido chulo con ellas.
O hubiese grabado un vlog con un Pizzero, haciendo pizzas en horno de leña por un día. por ejemplo. Por miedo a la respuesta del pizzero pero sobre todo, a qué pensarían el resto de erasmus. El miedo a qué pensarán. El miedo a sentirme juzgado.
Haber visitado más pueblitos de alrededor, hacerme más de la zona aún. Visitar Atenas o Dubrovnik está genial, pero haber profundizado más en la región del Piemonte era clave. Te hace sentir más de allí. Hablar más con la gente de allí. Conocer sus costumbres, su forma de hablar, cómo se ganan la vida.
Aprendizajes
Repito, por mi tipo de personalidad es diferente al resto:
Yo siempre he viajado, pero no por españa. Prácticamente no había subido de despeñaperros para arriba y conocer tantísima gente de todas partes de españa te abre un gran mundo. Aprendes mucho sobre distintas culturas y sobre tu propio país.
Aprendes mucho de dinámicas de grupos y dinámicas sociales. De cómo se relaciona la gente entre ellas. De quienes son líderes, y por qué. Y aprendes mucho de sus comportamientos. De una amiga, aprendes su empatía y cariño. De otro colega como le resbala todo, de otro aprendes cómo cuenta los chistes que hacen tanta gracia y de otra, su inocencia. Eso te hace crecer mucho
Yo llevaba viviendo en piso de estudiante varios años, por lo que vivir solo no fue tannn complicado. Pero hay gente que se les abrió un mundo. Aprender a cocer la pasta o poner lavadoras, por ejemplo.
Aprendes a no darle tanta bola a todo. A que todo saldrá bien. A que no te rayes tanto, simplemente disfruta más.
Aprendes lo efímero de las cosas. Las cosas se acaban. Y está bien pasar por ese proceso.
Si lo haces bien, aprendes Italiano.
No apegarse tanto a la gente ni a salir. No tienes porqué estar tan dependiente de lo que otra gente opine, o haga. Cada uno es cómo es. Y como a esta gente la conoces de hace 2 meses, no te das cuenta de cómo son. Pero a lo mejor son totalmente incompatibles contigo. Y tú te frustras porque esa persona no quiere hacer x y no te das cuenta de que es porque sois diferentes y ya. No hay nada de malo contigo por querer hacer eso.